martes, 14 de octubre de 2008

TUMACO PACÍFICO

En cierta medida, el siguiente texto tiene un cariz hipócrita, pues nunca he hecho un video ni me he preparado para la crítica audivisual. O, acaso, estas falencias puedan hacer de mi texto la expresión sincera del descaro.


ACERCA DE TUMACO PACÍFICO

El documental Tumaco Pacífico muestra la cotidianidad de una comunidad marginal de la costa pacífica nariñense, donde surgen actividades, proyectos y leyes abandonados por el Estado. Una cámara llamada Samuel (acaso por el azar y la naturalidad con que los tumaqueños se dirigen al creador de la película) se involucra en las intimidades de una zona de conflicto y muestra las historias de dos ancianos, una líder comunitaria y un sinnúmero de niños desde la perspectiva de un espectador pasivo y asombrado. En esa medida, lastimosamente, en tanto semejante proyecto podría explotar la convivencia del citadino-académico con los tumaqueños, Tumaco Pacífico evoca un documental de la National Geografic, en el cual se da cuenta del comportamiento de una manada de leones que, a fuerza de costumbre, actúan naturalmente frente a un intruso.

Sin embargo, el distanciamiento del creador no limita al documental a dar cuenta de un modo de vida, sino que logra una resignificación crítica del mismo. Así pues, puede apreciarse cómo la obra de arte no está sujeta a la voluntad y las intenciones del artista; ella misma toma sus propios sentidos y los de su recepción. Independientemente de sus logros técnicos, el primer documental de Samuel Córdoba es una obra desprevenida, la cual podría echar mano de algunos elementos críticos y empíricos para tener un enfoque conceptual fijo que no se pierda en la inmensidad de “mostrar las vidas de quienes viven en Tumaco.”

Es necesario tener en cuenta que el proceso de la creación de un documental de ésta índole se sostiene en la subjetivación de las subjetividades: el afán de objetividad hace tambalear al objeto artístico. A mi modo de ver, el artista latinoamericano no debe funcionar como un demiurgo que se abstrae de su realidad, sino como un agente de ésta y de sus ficciones.

1 comentario:

pi dijo...

Tumaco Pacífico NO es una impresión, no es exuberante, no juzga, no disecciona. Es lo que podrías haber escuchado tú si hubieras ido, lo que podrías haber visto. Es un documento.
Equilibra ejemplos, deja hablar, y conserva una estructura progresiva. Va calando y ahondando en lo que muestra; vas conociéndo Tumaco. Al final la cámara vuelve al travelling del principio, marcha atrás, por donde venía.
Y es entonces cuando te das cuenta de que no estás como al principio cuando llegaste y te pusiste a mirar un documental. Creo que es un documento, es democrático y sincero. Grandioso que llegue a parecer del National G. Es ahí donde pretende llegar, desde mi punto de vista.