miércoles, 20 de agosto de 2008

Ejercicio: variaciones de un tema

UNO

Es la misma manía de las moscas: ubicarse frente a un cilindro que hace las veces de espejo. Mi cara larga, largalarga y mil deformaciones de mis ojos. Así como la mosca hace bolitas de mierda, hago bolitas de espuma: espumanegra. Manos que han adoptado el hábito del animal que tantas veces aplasta: espumafecal. Espuma de moscas, mugre de bolitas de mocos. Y si me sale espumablanca, he terminado o, talvez, perro rabioso que ha mordido alguna mosca al comerse un pedazo de su propia mierda.
DOS
Es necesario deshacerse de la sensación pegajosa: sudor, monedas, cigarrillo, apretóndemanos, tiza de billar. Estirar el brazo y girar la llave del grifo con la mano sucia, mientras la otra mano, igual de sucia, se resigna al chorro de agua. Es necesario saber de simultaneidades. Tan pronto ha movido el grifo, la mano salta bajo el chorro, sin enterarse del movimiento de la otra, que ya tiene una barra de jabón en su poder. Es así que la mano que abrió el grifo lo cierra y se lanza violentamente sobre la otra, para qitarle el jabón. El jabón brinca, gira, se escapa y las manos comienzan a excitarse, y una explora a la otra con la ayuda de su lubricante y la espuma cae en la imitación de porcelana ubicada bajo el tubo del cual emana el agua. La proliferación de espuma es la señal de que el encuentro de las manos ha concluído; la mano que se encuentra menos agotada vuelve a mover la llave, mientras la otra coge el jabón y le limpia la espuma, y las manos se acercan, a pesar del hastío, y se despojan bajo el agua de la huella de su encuentro resbaloso, hasta que el dueño de las manos (sorprendido espectador) oye que suenan como el plato de la propaganda de AXIÓN.
En medio del pánico y del deseo de encontrarse con un cuerpo y cubrirlo de espuma mutua, el espectador mueve el brazo por su cuenta, agarra con alguna mano la el grifo, lo cierra, lleva las fornicadoras a alguna toalla, las seca y, acaso, todo el día piensa que el sexo de las manos está deslocalizado.
TRES
Acariciar el pezón y volver al bienestar de mi boca en las tetas de mi madre. Apretarlo, retorcerlo, agú agú hasta que dispare chorritos de leche tibia sobre mi mano. Frotar las puntas carnosas de tu pecho, o cerrar una llave, o poner un tapón en el extremo abierto de la tubería, y ni qué decir de la densidad del calostro que se enfría y de la espuma coagulada. Esta actividad láctica bien podría eternizarse o interrumpirse y dejar mis manos pegajosas; pero sólo por hoy quisiera secarme en la toalla velluda de tu pubis.
Julio de 2008

Parte Trasera de la Lámina


Juan Pablo fajardo. "Jardines Exteriores". Muro Colegio Mayor de Cundinamarca. Una serie de 23 fotografías de apariencia técnica donde se una reflexión en torno a la naturaleza dentro del contexto urbano. en la presente lámina se expresa la exposición extramuros del colombiano.

Parte Delantera de la Lámina


En la lámina: Soy yo escenopoiete de los muros que espera tu llegada (seis versos)

SOBRE EL RECORRIDO RESIDUAL COMO MAPA

Las siguientes imágenes, publicadas con el nombre de "Recorrido Residual", son el resultado de un trabajo propuesto por Catalina López, profesora de la materia Cultura Digital. Cada diapositiva es una parte de un mapa que desarrollamos Carmen Aydé Suárez Redondo y yo, con la colaboración de Eleonora Amaya Enciso. Las indicaciones aparecidas en cada imagen muestran la forma como se hizo el recorrido. A continuación, reproduzco uno de los textos con los cuales se hizo la presentación del recorrido en el salón de clase.
Marco Cardona Giraldo.
(Continúe el recorrido en http://jugodemaracuya.blogspot.com/)
SOBRE EL RECORRIDO RESIDUAL COMO MAPA

Al hacer el recorrido situacionista, decidimos seguir la ruta que nos iba señalando la basura; los residuos de miles de transeúntes citadinos que, acaso, siguen la ruta azarosa de su cotidianidad. Así, dimos un breve recorrido por el centro, el cual mapeamos cuando hicimos un censo de la población residual. Era necesario crear el mapa del “Recorrido Residual”; pero las rutas retorcidas que nos iba indicando el camino nos hicieron desistir de hacer un dibujo que, de una u otra forma, diera cuenta exacta de nuestros pasos. Entonces recordamos que, en Comunidades imaginadas, Benedict Anderson explica que el mapa no es una forma objetiva de representar la realidad, sino una estrategia para crearla.

Andreson ve en el mapa una forma de cerrar las fronteras elásticas de una nación, lo cual viene a ser una estrategia colonizadora. Visto de esa forma, el mapa se constituye como el espacio mismo, como la nación; pero es imposible que el mapa-espacio contenga la población y que contenga un mapa de sí mismo. Por eso, el mapa necesita de un censo que de cuenta de las personas que habitan en el espacio que en éste se expresa. Al mostrar esto, Benedict Anderson pone en evidencia que un mapa es una creación subjetiva que expresa un espacio a partir de las relaciones deseo-poder tanto de la nación como del cartógrafo y por eso, nunca es el espacio ni la reducción a escala de un espacio. (Tal vez si nosotros hubiéramos hecho un mapa-dibujo habríamos obviado la textura del camino y de su población.)

De esa manera, hicimos una interpretación del espacio (como todo cartógrafo a la hora de mapear) y logramos hacer un mapa en el cual registramos los lugares, los caminos y la población residual de nuestro paseo situacionista. Nuestro mapa recuerda la forma de la guía turística, también mencionada por Anderson cuando habla de la cartografía posmoderna. Podemos decir que no otorgamos fronteras a los residuos del centro, ni colonizamos la ruta residual: tal vez todos los que hemos sido censados para habitar los mapas de un globo económicamente globalizado y excluyente podemos hacer la misma ruta sin apoderarnos de los espacios y sin atacar lo diferente. Hemos invitado al salón a los residuos que nos marcaron el camino.




Bogotá, D.C., 5 de agosto de 2008

Recorrido Residual


Recorrido Residual


Recorrido Residual


Recorrido Residual


Recorrido residual