lunes, 29 de septiembre de 2008

INFORME LEGAL DE MI CONDICIÓN EN PROSA CON VISOS DE FRACASO Y FALTA DE INFORMACIÓN

A veces quisiera ser un escritor: hablar de mi oficio, o buscar una columna en una revista con viejas empelota. Otras veces, pienso en un texto contestatario, donde se explore el término de "seguridad democrática", pero no tengo suficientes argumentos, ni soporto las clases de adoctrinamiento en las cuales devinieron los noticieros. Me gustaría decir que mi dolor punzante son los desaparecidos y la pose de los rescatados. Quisiera preguntar qué pasará con los que faltan, porque nosotros tuvimos secuetrados MIP (Muy Importante Persona) y, ahora, tenemos un recuerdo vago de aquellas cercas infames.

"Sangre y fuego" no es sino la excusa de un puñado de odio y ego dictatorial. Si tuviéramos seguridad democrática, si aún tuviéramos una democracia, el ministro del interior y de justicia no amenazaría a los manifestantes, y tendría vergüenza familiar; El Señor Presidente (salve a Miguel Ángel Asturias) no habría subido con "mano dura", pues nuestro país no es una finca; ese mismo señor no pasaría por encima de la famosísima y no muy bien ponderada división tripartita del poder, y nos rendiría cuentas de sus campañas camufladas en consejos comunitarios.

A veces quisiera que Vicky Dávila dejara de decir idioteces, que se diera cuenta de su incompetencia, y poder escribir un cuento, sin miedo a desaparecer. Queridos hermanos, yo sólo soy un ser inerme.